Salí de trabajar,
era un poco más noche que ayer, estaba oscuro. Me detuve en la esquina de
siempre, cansada, en espera de la combi. Mi mirada estaba concentrada en la
aparición de cada colectivo, mi cuerpo se sentía casi en casa... ¡unos brazos
extraños sujetaron los míos! ¡Unas manos extrañas taparon mi boca! Mi cuerpo se
hizo fuerte, me soltarían, lanzaba mi cabeza, mis rodillas, mis codos, mis
gritos, mi alma... mi ser. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué unos cuerpos extraños
me tocan? ¿Por qué me lastiman?
Sentí como mi
fuerza se desvanecía, sentí como me apretaban, sentí como me golpeaban, sentí
como mi mundo se oscureció. Sentía.
Tributo a mujeres desaparecidas